INSURANCE INFORMATION INSTITUTE
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NEW YORK, 21 de diciembre de 2010 — Desde perfumes y libros hasta electrónicos y juguetes, casi todo puede comprarse por internet y este tipo de compras es muy atractiva para quienes desean evitarse las prisas y las largas filas de los centros comerciales. Sin embargo, también pueden presentar un riesgo para la protección de su identidad e información financiera, indica el Insurance Information Institute (I.I.I.).
Las compras por internet se han hecho muy populares. Un 72% de los consumidores de los Estados Unidos dijeron que harían por este método sus compras decembrinas, según una investigación conducida por Internet Retailer. Lo que es más, las compras del llamado “Ciber Lunes” (Cyber Monday), o sea, el lunes después del “Viernes Negro” que es uno de los puntos focales de las ofertas de la temporada, este año fueron las mayores de la historia de las ventas al por menor, alcanzando $1.030 millones, un 16% más que el año anterior, según comScore Inc.
El internet puede ser un riesgo, pero no es el único lugar con peligros de robo de identidad. Según las estadísticas de la investigación hecha por Javelin Research, titulada "Fraude de Identidad 2009", un 43% de los casos de identidad son en realidad el resultado de la pérdida de una cartera, una chequera, una tarjeta de crédito o de otro documento en su forma física.
“Las prisas y carreras de la temporada crean el ambiente perfecto para que los ladrones se hagan con su tarjeta de crédito o cualquier otra información personal financiera”, dijo
Elianne E. González, portavoz del I.I.I. “Las tiendas están repletas, los compradores cansados y es muy fácil bajar la guardia con respecto a la seguridad de sus tarjetas de crédito, sus cheques personales, la licencia de conducir o el número de seguro social. Al hacer compras en línea, las personas están apuradas por colocar sus órdenes y a menudo no se percatan si están comprando de un sitio seguro”.
La mayoría de los seguros de propietarios de viviendas y de las pólizas de inquilinos provén de cierta cobertura contra el robo de las tarjetas de crédito y hasta dinero en efectivo, solo que la cantidad de cobertura suele ser pequeña (usualmente de $200 por el efectivo robado y $50 por cargos a la tarjeta). Sin embargo, es necesario hacer la salvedad que una vez que se reporta la tarjeta robada a la compañía de seguros, el portador es responsable solamente de los primeros $50 de uso no autorizado de la misma.
Algunas compañías aseguradoras inclusive dan cobertura por el robo de identidad como parte del seguro de inquilinos o propietarios de casas. Revise su póliza para que averigüe si esto se cumple en su caso. Otras aseguradoras ofrecen pólizas separadas o pólizas anexas a una existente de inquilinos o de propietarios que pueden costar unos $25 a $50 al año.
Las pólizas de seguro contra el robo de identidad proveen a sus asegurados la indemnización por los gastos incurridos en el proceso de restablecer su identidad y reparar los archivos de crédito afectados. Generalmente incluye coberturas para cosas extras como llamadas telefónicas, honorarios caídos (mientras se dedica a recobrar la identidad), costos de envíos certificados de correos y en algunos casos, con previa autorización del asegurador, honorarios de abogados. Además, algunas compañías de seguro ofrecen servicios de resolución del robo de identidad que guían a los asegurados en el proceso de recobrar su identidad.
Los ladrones de identidad obtienen información personal de las víctimas para hacerse pasar éstas para robar las cuentas bancarias, obtener pólizas de seguros falsas, abrir cuentas de tarjeta de crédito y obtener préstamos bancarios a nombre de la víctima. Inclusive, en algunos casos más elaborados, con la información obtenida, los ladrones obtienen trabajo, alquilan vivienda a nombre de la víctima o inclusive pueden hasta sacar una hipoteca.
El uso de tarjetas de crédito robadas es la forma más común de robo de identidad. Sin embargo, algunas estafas usan métodos digitales como la pesca de datos o ‘phishing’, en la cual los estafadores envían un correo electrónico (e-mail) haciéndose pasar por una institución financiera legítima para obtener información básica financiera necesaria para abrir otras cuentas. Otros estafadores son más tradicionales, hacen excursiones a los basureros de los que sacan documentos que las personas han desechado y extraen información financiera de los mismos.
Algunas compañías de crédito usan chips de identificación con frecuencias radiales o radio-frequency identification (RFID) en inglés en lugar de las cintas magnéticas tradicionales. Las ventajas son que proveen de transacciones más rápidas y eficientes, especialmente diseñadas para tiendas que suelen funcionar sólo con efectivo, como los restaurantes de comida rápida. Sin embargo, la frecuencia radial también pudiera hacer posible que los estafadores capturen la información usando un simple dispositivo electrónico para este fin. Lo peor es que puede suceder delante de usted sin que se de cuenta.
Con frecuencia, los efectos de este crimen se convierten en dificultades para conseguir crédito o préstamos y, en algunos casos, inclusive afecta las posibilidades de las víctimas de obtener un empleo. Las víctimas de robo de identidad a menudo tienen un arduo trabajo para recuperar su identidad. Según la severidad del caso, la recuperación puede tomar desde unas semanas hasta varios años.
“Los consumidores deben revisar con mucho cuidado sus facturas de tarjetas de crédito y estados de cuentas bancarios para asegurarse que no hay cargos extraños, que no hayan realizado o no les pertenecen”, recordó González. De hecho, la FTC o Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission), indica que el 52% de las víctimas de identidad descubrieron por medio del monitoreo de sus cuentas que les habían robado la identidad.
El I.I.I. tiene los siguientes consejos para proteger su dinero, que se ha ganado tan duramente, durante esta temporada y siempre:
CUANDO COMPRE EN SITIOS “ONLINE”
- Proceda con precaución cuando realice compras en Internet. Asegúrese de que hace compras con un proveedor de buena reputación y en una red segura. Antes de introducir su información personal en cualquier sitio Web revise que muestra la imagen de un “candado” cerrado en la barra del navegador internet; busque el prefijo "https://" (en vez del prefijo http://) en la pantalla donde sale la dirección del sitio. Si tiene dudas de la autenticidad del sitio web contacte telefónicamente al comercio propietario del sitio web para confirmar la dirección URL.
- Sea cuidadoso con sus claves para sitios web. Use una clave que sea resistente a las adivinanzas, es decir que contenga tanto letras como números y cambie las claves con frecuencia.
- Esté al tanto de las estafas conocidas como “phishing” y “pharming”. Con estas técnicas los estafadores usan sitios web falsos y correos electrónicos que imitan a las organizaciones legítimas y otros sitios web. Tenga cuidado cuando abra los correos electrónicos o mensajes en los comunicadores instantáneos (instant messages) especialmente de fuentes dudosas o desconocidas y nunca, nunca de su información bancaria o financiera por e-mail.
- Cerciórese que tiene programas defensivos en su computadora: firewall, anti-spyware y anti-virus al día. Tenerlos sin estar al día no le servirán de protección. Manténgalos actualizados.
EN EL CENTRO COMERCIAL
- Vigile sus cuentas. No se confíe sólo en su compañía de tarjeta de crédito o su banco para recibir alertas de actividades sospechosas en sus cuentas. Vigile cuidadosamente sus cuentas y revise las facturas y estados de cuenta que reciba para asegurarse de la exactitud de todas las transacciones.
- Triture, destruya, pulverice, sus papeles de desecho. Triture o rompa en pedazos pequeños cualquier documento que contenga su información personal tales como tarjetas de crédito, estados bancarios, recibos o solicitudes de tarjetas, antes de tirarlos a la basura.
- Mantenga al mínimo la información personal en su cartera o billetera. Evite llevar muchas tarjetas de crédito y sólo porte su tarjeta de seguro social o su pasaporte cuando sea absolutamente indispensable.
- Resguarde su tarjeta cuando realice las compras. Escude con la mano la pantalla de las máquinas procesadoras cuando realice compras con su tarjeta de débito, cuando use el cajero automático, o su tarjeta de crédito para llamar por teléfono.
- Conserve los recibos de los telecajeros y de sus compras con tarjeta de crédito. No deseche estos en basureros públicos, no los deje en el mostrador de la tienda, ni los guarde en la bolsa de compras ya que pueden perderse fácilmente o caer en manos inescrupulosas.
Para hacerle más difícil a los ladrones de identidad acceder a su información personal, usted puede contactar al departamento dedicado a contrarrestar el fraude de una de las tres agencias de información crediticia para colocar una advertencia o alerta de fraude en su informe de crédito; la agencia que contacte, por ley, estará obligada a ponerse en contacto con las otras dos agencias crediticias nacionales para realizar la implementación de la alerta en todas tres. Colocar una alerta de fraude en su informe de crédito le indica a los emisores de crédito que antes de abrir nuevas cuentas a su nombre o hacer cargos a sus cuentas existentes deben contactarlo a usted. Las tres oficinas de crédito principales son: Equifax, TransUnion y Experian.
Si sospecha de que ha sido víctima de un crimen, repórtelo enseguida, sea a la compañía emisora de la tarjeta o la institución financiera y a la policía. Pida una copia de la denuncia policial. La necesitará si tiene que hacer un reclamo a su aseguradora o para hacer una demanda formal ante la FTC. Las víctimas de fraude de identidad pueden contactar al FTC por internet o llamando al teléfono gratuito 1-877-IDTHEFT.
El I.I.I. es una organización sin fines de lucro dedicada a la difusión de información y respaldada por la industria de seguros.