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Planificación Contra Desastres Para Personas Mayores

Lista de verificación de preparativos contra desastres para cuidadores y para personas mayores

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Cuando se trata de planificar contra los desastres como un incendio, una inundación, un huracán o un temblor, es necesario que las personas mayores y quienes cuiden de éstas consideren algunos aspectos distintivos y específicos de sus necesidades particulares.

Muchas personas mayores viven independientemente o viven solas, aunque tengan algunas limitaciones de movilidad u otras necesidades específicas, pero en el momento de una emergencia o ante la posibilidad de un desastre, pueden resultar vulnerables; por lo mismo, es de gran importancia que tengan un plan bien detallado, paso a paso, para enfrentar y superar los retos que se plantean en una situación de emergencia o ante un desastre.

A continuación hay un listado de verificación (“checklist”) para ayudar a que las personas mayores, y las que cuidan de ellos o les hacen compañía, estén preparados para un desastre de cualquier tipo:

1. Diseñen, y tengan por escrito, un plan médico

Si hay un desastre, es muy posible que se interrumpa temporalmente el acceso a hospitales, atención médica, e inclusive a la farmacia. Por lo que las personas que tomen medicación diaria o reciban tratamientos frecuentes (por ejemplo, diálisis, quimioterapia o fisioterapia), elaboren un plan de emergencia con sus proveedores médicos, doctores o clínica, para que reciban los servicios necesarios según sus prioridades.

Del mismo modo, es necesario que cada individuo tenga un archivo medico al día en el que incluya información tal como los nombres y datos de todos y cada uno de los médicos que les atienden, las medicinas que toman de forma regular, especificando las dosis diarias, semanales, etc., así como otros medicamentos que pueda necesitar puntualmente. Este documento debe estar al alcance fácil de la persona mayor o de quién lo cuida. También se recomienda que tengan una copia de dicho plan médico, en el paquete de emergencia o  “disaster kit”. Igualmente es importante que un amigo o familiar que no viva en la misma zona, tenga una copia y que sea sencillo contactar a esta persona si es necesario.

2. Preparen un paquete de emergencia o “Disaster Kit”

Este paquete preparado con anticipación debe contener las cosas mínimas que pueden necesitar en caso que la persona mayor tenga que ser evacuada a un refugio o deba vivir fuera de su hogar por unos días. En el paquete de emergencia se deben incluir estos artículos:

  • Suficiente comida, agua y otros recursos para un mínimo de 72 horas que esté fuera de su casa.
  • Objetos específicos para cuidado de la persona mayor, tales como lentes, baterías para los equipos auditivos, catéteres, artículos desechables de higiene personal, oxígeno y otros implementos para personas que tienen dificultades o dependencia respiratoria; productos de  alimentación alternativa como bebidas reforzadas, batidos de proteínas, etc.
  • Información y documentos personales esenciales. Por ejemplo, información de sus seguros de salud, archivos médicos o cómo obtener acceso a estos; papeles esenciales y documentos de identificación (pasaportes, certificados de nacimiento, matrimonio, testamentos en vida, disposiciones legales, etc.); documentos de propiedad de la casa y/o auto, pólizas de seguros de auto, casa, servicios públicos;  información sobre cuentas bancarias y de inversión, chequeras o tarjetas; la información para contactar al profesional de seguros de la familia y la información de una persona de contacto alternativa fuera del área donde vive. 
  • Dinero en efectivo. Tras un desastre es fácil que no funcionen los cajeros automáticos y es más dificultoso desplazarse a una agencia bancaria.

Pueden obtener más información en la página oficial de Ready.gov

3. Preparen un plan en caso de una evacuación

Comuníquense con la municipalidad o los especialistas de emergencia de su ciudad y averigüen de antemano cuáles son los refugios disponibles más cercanos en caso de desastre, así como, cuáles son las vías de evacuación de la zona donde vive.

Localicen los refugios más cercanos, ya sea con la Cruz Roja o con las oficinas de servicios de la comunidad de su condado. Si la persona mayor tiene un animal de compañía, consideren que muchos refugios no permiten llevar mascotas y necesitará encontrar un refugio en el que pueda ir con sus mascotas. También pregunte cuáles son las especificaciones para acudir a un refugio con animales de servicio.

Si la persona mayor no posee vehículo propio, no maneja, o no tiene alguien que pueda proveerle de transporte a un refugio, es esencial que averigüe con tiempo y anticipación qué servicios públicos existen para casos de evacuación o qué otros arreglos de transporte pueden establecerse de antemano (como contratar a alguien que haga el traslado). Y si la persona mayor tiene limitaciones físicas de movilidad, por ejemplo, usa un bastón, una andadera o una silla de ruedas, es importante calcular más tiempo en el plan de evacuación para la porción del traslado y transporte.

Establezcan una red de apoyo entre vecinos, familiares, amigos y compañeros de trabajo de las personas mayores quienes estén dispuestos a trabajar conjuntamente en caso de una emergencia o desastre. Compartan sus planes de emergencia y mantengan la comunicación con este círculo de apoyo, especialmente si hay una situación de crisis. Para compartir los detalles de este tipo de planes, y facilitar la comunicación, considere uno de los recursos que ofrece el I.I.I., la aplicación gratuita descargable a su celular llamada Know Your Plan y que está diseñada para poner en acción un plan de cualquier tipo. Esta herramienta es de gran utilidad especialmente cuando se trata de un plan de emergencia y de evacuación. También hay videos explicativos de cómo hacer una Evacuación, paso a paso (en español),  y hay un video titulado Evacuación: El reto de los 10 minutos (en inglés; The Ten Minute Challenge) de cómo hacerlo anticipadamente.

Recuerde, la efectividad de cualquier plan depende de que se practique y actualice con regularidad.

4. Tomen medidas para preparar su vivienda contra los desastres

El Insurance Institute for Business and Home Safety (IBHS) tiene amplia información de cosas que se pueden implementar para hacer que las viviendas sean más resistentes a los desastres; por lo general son cosas sencillas y no deben tener pena de pedirle a amigos y familiares que ayuden a implementarlas.

Si hay razones médicas concretas que le hagan ser dependientes del servicio eléctrico, consideren la posibilidad de adquirir un generador de electricidad. Los servicios eléctricos son una de las primeras cosas en interrumpirse tras cualquier desastre, inclusive en situaciones menores como una tormenta fuerte o clima severo invernal.  

5. Cerciórense que el seguro de propietarios de la vivienda está al día

Concierten una cita con un profesional de seguros para revisar que poseen la cantidad y tipo de seguro adecuado para sus necesidades, sea que vivan en una casa propia (aun cuando estén pagando una hipoteca o ésta esté totalmente pagada), o vivan en un hogar alquilado. Si la persona mayor tiene hijos o familiares cercanos es buena idea que estos participen de la revisión anual de los seguros.

Lo más recomendable para aquellas personas mayores que ya han pagado por completo la hipoteca de su vivienda, y el seguro de su casa ya no es determinado y obligado por el financista de la hipoteca, que cuenten con la suficiente cobertura de seguro para que puedan hacer reparaciones o reponer la vivienda y los contenidos en su totalidad en casos de un desastre. La pérdida total de la vivienda de una persona mayor puede significar un revés económico extremadamente difícil del que recuperarse y puede afectar negativamente tanto a la persona mayor como a sus familiares.

Estas son algunas de las preguntas que se recomienda hacer al profesional de seguros con quien reunirse al menos una vez al año:

  • Bajo la póliza de seguros de propietarios ¿hay suficiente cobertura para reconstruir la vivienda completamente?
  • ¿Cuál es el límite de la cobertura de Gastos Extraordinarios de Mantenimiento o Additional Living Expenses (ALE)  y si eso será suficiente para cubrir las necesidades de vivir fuera de la residencia mientras se hacen las reparaciones o reconstrucción tras un desastre?
  • ¿Cuál es el deducible a pagar en caso de una reclamación y si hay algún monto diferente para daños específicos como en caso de huracán, granizo o terremotos?
  • ¿Qué otras coberturas adicionales o pólizas separadas se necesitan para proteger la vivienda y los contenidos en caso de inundaciones, terremotos, colapso del suelo (sink holes), etc.?
  • Otras recomendaciones, como las cosas que pueden hacerse con anticipación para facilitar la presentación de una reclamación.

Otro mecanismo de preparación para los desastres es contar con un inventario de sus pertenencias o inventario actualizado. Este facilita adquirir el monto adecuado de cobertura para las pertenencias y ayuda a documentar una reclamación o la solicitud de asistencia federal después de un desastre. El instituto ofrece un programa gratuito para hacer el inventario de las pertenencias de la casa llamado Know Your Stuff.org. También pueden acceder a videos de Cómo hacer un inventario del contenido de su casa (en español).

6. Consideren otras coberturas de seguro disponibles por separado

Las personas mayores que alquilen su vivienda pueden considerar obtener protección financiera a través de un seguro de inquilinos. Este seguro es relativamente económico y no solo ofrece la reparación o reposición del contenido de la vivienda alquilada, sino que también ofrece fondos para gastos Extraordinarios de Mantenimiento (Additional Living Expenses – ALE), así como cobertura de responsabilidad civil. Para más información (en español) sobre los seguros de inquilinos y un listado de recomendaciones para obtenerlos y más sobre los seguros, visite el sitio web del I.I.I. en español.

En general, los daños causados por inundaciones y terremotos no están incluidos en las coberturas típicas de seguros de inquilinos o de propietarios de viviendas. Para reponer estos daños, hay dos pólizas separadas, la Póliza de seguros por inundación y la Póliza de seguros para daños por terremotos.

Las pólizas de seguros por inundación están disponibles a través del Programa Nacional de Seguro de Inundación o del National Flood Insurance Program (NFIP) y de algunas aseguradoras privadas especializadas. La cobertura de seguros para daños por terremotos está disponible a través de aseguradoras privadas y en el estado de California está a la venta a través de la empresa mixta California Earthquake Authority.

7. Investiguen por otros recursos disponibles para personas mayores

Cuando las personas mayores viven en comunidades especializadas, ya sean urbanizaciones con servicios asistidos, en residencias para personas mayores o en viviendas comunitarias, es vital que conozcan cuáles son los planes de desastres específicos de estas instalaciones, si poseen planes de evacuación y qué incluyen o qué está a cargo de la gerencia de estos lugares, así como qué otros recursos contemplan, y qué deben preparar individualmente sus residentes.

Otras fuentes de información y recursos para personas mayores están disponibles en la Oficina Federal de Administración de Emergencias (FEMA), en la sección de personas mayores de Ready.gov

Otros grupos privados, como AARP, American Red Cross y la Organización Nacional sobre las Discapacidades (National Organization on Disability) también ofrecen documentación adicional.  

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